lunes, 13 de junio de 2011

Una apacible tarde de lectura (II)

Cuando sonó el telefonillo automático, ya mi Amo me ha desatado de la silla y me ha ordenado ponerme a cuatro patas con las piernas abiertas, la frente pegada al suelo y las nalgas apuntando hacia la entrada de la habitación…



Y eso fue lo primero que se encontraron aquellas dos personas al entrar: mis nalgas ardientes, doloridas, marcadas y mis dos agujeros expuestos a sus miradas.
Nunca pensé que estar en esa posición en la que tantas veces había estado con mi Señor y de la que había disfrutado tanto, me resultara en ese momento tan tremendamente humillante…
Por entre mis piernas pude ver que se trataban de un hombre y una mujer, supuse que sumisos, porque se dirigían a mi Amo como “Señor”. Una mezcla de incertidumbre y temor por no saber lo que pasaba por la mente de mi Amo, comenzó a invadirme. Sabía que mi Señor estaba enormemente enfadado. Nunca lo había visto así…Nunca me había azotado así…
-       “Sácale los papeles del coño…” – le ordenó bruscamente al sumiso…
Sentí los dedos de aquel hombre entrando y saliendo de mi coño, hurgando sin ningún miramiento en mi interior, sacando la pasta grisácea en que se habían convertido aquellas hojas del libro al mezclarse con mis jugos, hundiendo los dedos cada vez más dentro de mí, con la misma brusquedad que  si desatascara una tubería…
-       “Tiene más papel dentro Señor, pero no me llegan los dedos…”

-       “Métele la mano y sácalos todos. Quiero su coño bien limpio…”
El pánico empezó a apoderarse de mí...¿¿La mano…??.
Mi primer instinto al sentir la punta de sus dedos, fue el de retirarme. Grave error...

De nuevo el cinturón de mi Señor volvió a azotar mis doloridas nalgas y entendí entonces que debía permanecer quieta pasara lo que pasara…
Sentí el dolor profundo de los nudillos de aquel hombre intentando abrirse paso entre mis tensas entrañas y sacando todo el resto de papel que quedaba dentro, llevándose consigo también cualquier atisbo de humedad que pudiera quedar.
-       “Creo que ya está Señor…”- concluyó el dueño de aquella mano al final de unos interminables minutos.

-       “Bien…ahora puedes follártela…”
¿¿Cómo…?? ¿¿No me había castigado suficiente ya...?? ¿¿No había pagado ya por lo que había hecho…??
Miré suplicante a mi Señor…pero enseguida desvió Su mirada hacia la sumisa que tenia arrodillada a Sus pies y a la que acariciaba suavemente el cabello.
Mientras la polla de aquel hombre profanaba dolorosamente mi reseco coño, mi Amo ordenó a la chica sentarse en el suelo delante de mí con las piernas abiertas...
-       “Lame su coño, puta…”- me dijo…

-       “Por favor mi Señor…no…”- le imploré con un hilo de voz…

Me agarró del cabello y hundió mi cara entre las piernas de la mujer que tenía delante apretándome contra su coño, que empecé a lamer tímidamente entre lágrimas, mientras ella jadeaba y se retorcía mojando mi cara con sus fluidos…
Pensé que había tocado fondo…que ya no había nada más humillante que me hiciera pagar el mal que le había hecho a mi Señor…
Pero me equivoqué…
Mientras aquel hombre destrozaba mi coño y clavaba sus dedos en mis castigadas nalgas y aquella chica se corría con mi cara entre sus piernas…mi Amo folló su boca…
Nunca deseé más en mi vida que mi Señor me hubiera tapado los ojos privándome de aquella visión que tenia a escasos centímetros de mi cara…
Cerré mis ojos…Y cuando los volví a abrir, vi deslizarse por la barbilla de la chica el semen de mi Dueño…

Dulce {Adriano}

6 comentarios:

  1. Ainssss...
    Estoy con los pelitos de punta
    :S:S:S:S:S

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  2. Ya pasó Sweet...ya pasó...

    Dulce{Adriano}

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  3. Bufff vaya historia, he leido las dos partes del tirón y me ha provocado una mezcla de emociones contradictorias...algo más para aprender.

    Un saludo y besos afectuosos.

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  4. Así es la relación entre mi Señor y yo princesa, llena de emociones contradictorias...Es como ir montada en una excitante montaña rusa...

    Un beso para ti tambien...

    Dulce{Adriano}

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  5. uuuufff... fuerte, fuerte, demasiado fuerte... Dudo que yo pudiese resistir una cuarta parte, aunque por mi Amo, mmmm... Bueno, besitos Dulce{Adriano} :D

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  6. Tengo emociones encontradas, me apena por un lado el dolor de Dulce{Adriano} al tener que presenciar como su Amo acaba en la boca de la otra sumisa y por otro lado considero que el castigo implementado por el Amo es ejemplificador, o sea despues de este castigo no creo que se le ocurra tocar otro libro en la vida. Señor Adriano le presento mis respetos, es notable su proceder. Animos Dulce{Adriano} sos fuerte y sorprendente.
    Liz

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