sábado, 30 de abril de 2011

Hoy Te busqué...




Busqué Tu voz, Tu mirada, Tu mano firme…
pero no las hallé…

Te has vuelto mudo, ciego, sordo…
inmune a esta angustia que siento…

Hoy Te busqué…
…y no Te encontré…

Dulce {Adriano}

Perdida



Desterrada a mis propios pensamientos,
camino perdida entre las sombras de mis dudas,
condenada a vagar por ellas hasta ver la luz.
Solo tengo que encontrar el camino de vuelta casa.

Espero que esta sumisa no muera en el intento…

Dulce {Adriano}

viernes, 29 de abril de 2011

Progresando...



Hoy estoy que estallo de gozo…
A pesar de que el día ha amanecido gris y lluvioso y no acompaña en absoluto los ánimos, mi dicha es plena…
Mi Amo, mi Señor, mi Dueño ha considerado que mis días como sumisa están llegando a su fin, y que mi entrega y mi obediencia me hacen merecedora de un nuevo título: el de esclava.
Mi único deseo es llegar a ser digna del puesto que mi Señor desea darme. Sé que no será fácil. Sé que alcanzar ese nuevo “status” conllevará muchos más sacrificios y muchas más lágrimas. Sé que tendré que pasar por muchas más pruebas, antes de que mi Amo tenga a bien otorgarme tal título…
Pero también sé que es un avance muy importante en el camino que mi Señor y yo estamos recorriendo…Sé que eso significa que cada vez me acerco más a lo que Él desea que sea…
Y eso me hace la mujer más feliz de la Tierra…

Dulce {Adriano}

jueves, 28 de abril de 2011

Sometida a lo imposible

Mi Amo me ha ordenado ponerme las bolas chinas.  Debo mantenerlas dentro sin que se salgan hasta que Él me diga.
Esto no entrañaría demasiada dificultad, si no fuera porque mi Señor me ha dado la orden en mitad de una sesión, cuando ya mi coño era un manantial de fluidos…Y para más inri, en el extremo del cordón que queda fuera, ha colgado una pequeña pesa que hace que lo que me ordena sea una misión imposible…
-          “Arrodíllate con las piernas abiertas y las manos a la espalda…Vamos perra, obedece…”


Sin demora me coloco arrodillada como mi Amo me ha ordenado. Las bolas se deslizan hacia abajo con rapidez, asomándose a la entrada de mi coño. Instintivamente me llevo las manos entre mis piernas para sujetarlas…

-          “Las manos a la espalda…”

-          “Es que se salen, Señor….”

-          “Contrae el coño, apriétalo…”

-          “Lo hago Señor, pero se siguen saliendo…No las puedo sujetar…”

-          “Claro que puedes zorrita. Hazlo…!!!”

-          “Pesan mucho Señor…Se…se deslizan…”

-          “¿¿Es que no me oyes zorra…?? Las manos a la espalda…YA!!!”
Obedezco ipso facto al grito de mi Dueño…e inmediatamente se oye un pequeño golpecito seco. Las bolas acaban de caerse al suelo, entre mis rodillas. Mi Amo las recoge y comienza a caminar a mi alrededor con ellas en la mano. Se para frente a mí y me acerca las bolas a la cara…
-          “¿Qué es esto que tengo en mi mano, perra…?

-          “Mis bolas chinas, Señor…”

-          “¿Y dónde debían estar ahora…?”

-          “En mi coño, Señor…”

-          “Exacto…pero no están… ¿Y que ocurre cuando desobedeces mis órdenes…?”

-          “Que me castiga, Señor…”

-          “Sígueme…A cuatro patas…”
Mi Amo me lleva hasta una de las mesas de la estancia, la que tiene destinada para los castigos. Me ordena tenderme sobre ella bocarriba, con las piernas abiertas…


-          “Voy a enseñarle a ese coño que tienes, que aquí se hace en todo momento lo que YO diga…O aprende o lo destrozo… ¿Es eso lo que quieres, perra? ¿Qué te reviente el coño a fustazos…?

-          “No…no Señor…”

-          “Abre la boca y sostén las bolas en ella. Ni se te ocurra mover un pelo. Y por supuesto, no quiero oír una queja ni un llanto. ¿¿Has entendido, perra…??
Asiento con la cabeza, ya que mi boca está ocupada por las bolas que acaba de meterme mi Amo…
El primer fustazo golpea la parte derecha de mi coño, cerca de la ingle, dejándola intensamente dolorida e incandescente en pocos segundos. Seguidamente, un segundo fustazo golpea la parte izquierda de mi coño, dejando esa mitad idéntica a la derecha…Puedo sentir como la sangre acude a borbotones, amoratándolo e inflamándolo…
Un tercer fustazo me deja sin aliento…Ha hecho diana justo en el centro de mi coño, sobre mi clítoris. Es un dolor sordo y agudo, muy agudo, que se irradia por mi vientre, mi espalda y mis piernas; tan intensamente fuerte, que me hace desear salir de mí…escapar de mi cuerpo…
-          “Por ahora es suficiente…Vamos, levántate y vuelve donde estábamos antes…”
Avanzo con pasos cortos y vacilantes. El fustazo recibido se ha llevado toda la fuerza de mi cuerpo y apenas puedo mantenerme sobre las piernas…
-          “De rodillas y con las piernas abiertas…Saca las bolas de tu boca, vuelve a meterlas en tu coño y pon las manos a la espalda…Vamos zorra, obedece!!!
Vuelvo a meter las bolas chinas en mi maltrecho coño. La pesa tira vilmente de ellas sacándolas poco a poco de mi interior. Contraigo con todas mis fuerzas, aprieto…pero noto, sin poder evitarlo, como se deslizan hacia fuera estrellándose de nuevo en el suelo…
-          “Veo que no aprendes, puta…Vamos, a la mesa…”

-          “Lo…lo siento Señor…”

-          “¡¡A la mesa he dicho…Y cállate la puta boca!! - me dice metiéndome de nuevo las bolas en la boca.
Quisiera suplicar clemencia a mi Amo… pero sé que no tengo opción a réplica…Sé que debo aceptar las decisiones de mi Señor y demostrarle mi obediencia…
Me tiendo sobre la mesa, abro mis piernas, tomo aire…y me dispongo a recibir mi castigo…


Mi Señor, mi único anhelo es convertirme en lo que Tú deseas que sea…
Dulce {Adriano}


lunes, 25 de abril de 2011

Torturándome (II)...

Mi Amo lleva más de una hora poniéndome al borde del orgasmo sin dejar que me corra. No sé cuanto más voy a poder resistirlo. La congestión y la inflamación de mi coño comienza a ser bastante dolorosa y mi desesperación se encuentra al límite.
Le he pedido a mi Señor, le he rogado, le he suplicado de mil maneras, que me permita correrme…y todas las veces me lo ha negado.
-       “Por favor mi Señor, Te lo suplico…No puedo más…Por favor, dime que he de hacer para tener Tu permiso…Haré lo que sea…Por favor…por favor…” – le digo en un último intento desesperado, inducido por la urgencia de mi coño…

-       “Así que harás lo que sea por correrte…”

-       “Si Señor, lo que sea…”

-       “Cualquier cosa que te ordene…”

-       “Cualquier cosa mi Amo…”

-       “Bien, bien, bien…”
Mi Amo hace una llamada perdida y en apenas unos minutos, oigo entrar a alguien en la habitación…Es una mujer morena de larga cabellera y curvas generosas, que parece obedecer a mi Señor:
-       “Aquí estoy Señor A. He venido lo más rápidamente que he podido. ¿Qué se le ofrece…?”

-       “Pues mira…Resulta que mi perra me ha dicho en multitud de ocasiones, que no le atraen las mujeres…pero está deseando correrse, ¿verdad perrita mía…? Y acaba de decirme que hará cualquier cosa por aliviar su coño…Quiero que hagas que se corra. La forma en que lo hagas, la dejo a tu elección…”


La mujer morena se coloca entre mis piernas y comienza a lamer mi dolorido sexo. Sus delicadas pasadas con su lengua y sus suaves succiones, me hacen gemir y retorcerme. Ella también se está excitando y acaricia su sexo a la vez que lame el mío. Mi Amo parece disfrutar de la escena y acaricia Su polla mientras nos mira…
-       Eres una zorra… - me dice colocándose a horcajadas sobre mi cara y clavándome Su polla hasta la garganta…- Vamos chupa puta…”


La mujer morena ha dejado de lamerme y ahora frota su sexo contra el mío. Está húmedo y caliente, y se desliza sobre mi coño entre gemidos, cada vez más rápido…Está a punto de correrse…
…Yo ya no resisto más…Y me abandono al goce de ser follada por mi Amo y por aquella mujer que se está corriendo sobre mí, empapándome…y estallo al fin en un orgasmo que me hace saltar de la cama, arquearme y convulsionar…
-       “Asíiii mi puta…asíiiii…correte…” – me susurra mi Amo mientras se derrama en mi boca…
Acabamos jadeantes y exhaustos. La mujer morena da las gracias a mi Amo y se marcha. Mi Amo besa mis labios aun con restos de Su semen y me desata de los barrotes:
-       “Sabía que tarde o temprano saldría la puta que llevas dentro…Pero esto no es nada perrita…Tengo grandes planes para ti…”


Dulce {Adriano}

domingo, 24 de abril de 2011

Entrega



Mi Señor…
Tómame, úsame,
Castígame, disfrútame,
Toda yo Te pertenezco…

Dulce {Adriano}

sábado, 23 de abril de 2011

Torturándome...

“La peor tortura
no es la imposición de un castigo…
es la privación de un placer...”




Una vez desnuda y tendida sobre la cama, mi Amo eleva mis brazos por encima de mi cabeza y ata mis muñecas a los barrotes. Me ordena abrir las piernas al máximo y desde el otro lado de la habitación, me observa detenidamente. Sin poder evitarlo, mi sexo deja escapar las primeras gotas fruto de mi excitación…
-          “Te gusta estar así… ¿verdad perrita…?” - me dice al ver que el sentirme indefensa y expuesta, está produciendo  en mi coño los efectos esperados.
Se acerca y acaricia mi sexo esparciendo mi humedad.  Juguetea con mis labios, presiona mi clítoris y vuelve a acariciarlo. Mis caderas se mecen al compás de sus caricias…
-          “No te muevas zorra, o tendré que azotarte…”
De pronto mete sus dedos en mi coño…No sé cuántos ha metido, pero los noto apretados abriéndose paso dentro de mí… Los mueve rápidamente haciéndome gemir y retorcerme…
Los saca de repente dejándome al borde del orgasmo… Mis caderas se elevan instintivamente buscando sus dedos…
El azote que recibo en mi coño, me hace ver las estrellas. Mi Amo me ha golpeado duramente con la palma de Su mano y la deja posada en él sin moverla ni presionar,  como si quisiera aliviarme el dolor del impacto. No me quejo, se que a Él no le gusta, pero me es imposible retener las lágrimas que me corren en dos regueros por las mejillas. Sin retirar la mano de mi coño y sin moverla, se acerca a mi cara. Lame mis lágrimas y me besa…
Mete de nuevo sus dedos en mi coño y los mueve dentro de mí a toda velocidad. Son solo unos segundos que vuelven a dejarme a punto de explotar, pero para un segundo antes de que pueda, haciendo que mi cuerpo se eleve otra vez buscando lo que tanto ansía…
Un segundo azote vuelve a golpear mi coño. Es, si cabe, más fuerte que el anterior. Me muerdo los labios para no gritar…Mis lágrimas vuelven a brotar mojando mi cara. Mi Amo vuelve a posar su mano en mi coño intentando aliviar el dolor y la deja allí mientras me muerde los pezones y lame mi vientre…
Vuelve a meter sus dedos en mí cuando aun mi coño se está reponiendo de los últimos coletazos del dolor recibido. Lo folla frenéticamente  y vuelve a sacarlos dejándome  de nuevo al borde del éxtasis, jadeando…
A duras penas permanezco quieta…pero lo consigo…
-          “Muy bieeennn…!! Así me gusta…Veo que vas aprendiendo…Ahora tu Amo va a premiarte por lo bien que lo has hecho…porque seguro que estás deseando correrte, verdad putita…??
Acerca su polla a la entrada de mi coño y va entrando en mí lentamente. Se deleita observando cómo mis labios se van extendiendo para acoger Su endurecida polla...abrazándola y engulléndola centímetro a centímetro…
Su movimiento es lento y pausado. Sale y entra en mí con una parsimonia desesperante…Ya no puedo más.  No aguanto más esta tortura. Necesito que mi Amo me destroce, que golpee su cuerpo contra el mío, que me folle con furia…Necesito correrme…
Le suplico...le ruego que me dé lo que tanto me ha negado...lo que  tanto necesito…
-           “Aun no, zorra…Aun no...Esto es solo el principio…Vas a tener que suplicarme muchísimo más…”

Dulce {Adriano}

jueves, 21 de abril de 2011

La buena sumisa



Ayer, en una sala en la que charlábamos animadamente mi Amo y yo, entró un dominante que, después de unos minutos de charla en los que yo también era parte activa, advirtió a mi Amo de mi falta de disciplina.
El alma se me cayó a los pies…El que por mi culpa, alguien dudara de las dotes de Amo de mi Señor, me dolió mucho, y volvieron a asaltarme las dudas de si lo estoy haciendo bien…de si soy una buena sumisa…
Pero… ¿Qué es ser “buena sumisa”…?
He leído mucho sobre las normas de comportamiento. Hay multitud de páginas en internet. Y si bien hay alguna pequeña diferencia entre ellas, básicamente todas vienen a decir lo mismo. Aquí transcribo algunas reglas de comportamiento de la “perfecta sumisa” que he encontrado, resumidamente:
-          Cabeza inclinada y mirada en el suelo, que no se te ocurra establecer contacto visual con tu Señor.
-          Callada, en todo momento y escuches lo que escuches, permanecerás así hasta que tu Señor te permita poder hablar. No tienes ni voz ni voto.
-          Si en la sala se encuentra cualquier otro dominante, te mostrarás igualmente sumisa ante él.
-          Y sobre todo, no pienses, tu Amo piensa por ti…
He de decir que me encanta mirar a mi Amo,  observar cada gesto Suyo.  Me gusta poder expresarme libremente ante Él, porque eso no quita que lo haga con todos mis respetos. Me gusta pensar por mí misma,  porque soy una sumisa, no un robot teledirigido que solo sabe decir “si Señor”,  y porque así,  mi entrega es voluntaria y real,  no “ordenada”. Y por supuesto, soy sumisa SOLO con mi Amo;  los demás Amos merecen para mí todos mis respetos como persona, pero nada más.
¿Significa eso entonces, que no soy “buena sumisa”…? ¿Es cierto que me falta disciplina…?
He frecuentado salas en las que las sumisas eran poco más que muebles adornando la habitación,  y he visto cómo los demás dominantes alababan a sus Amos por el  cosificado comportamiento de sus sumisas.
¿Tiene una sumisa que dejar de ser persona, para convertirse en la muñeca hinchable de su Amo…?

Dulce {Adriano}

miércoles, 20 de abril de 2011

martes, 19 de abril de 2011

¿Quién elige a quién...?



He leído muchos post de sumisas a lo largo y ancho de la net; letras llenas de entrega hacia sus Amos, dando las gracias por haber sido las “elegidas” (entre las que me incluyo);  en las expresan que lo hacen todo por y para sus Amos, aun en contra de su voluntad, porque su voluntad ya no les pertenece…
También he leído muchos post de Amos, llenos de triunfante dominación hacia sus sumisas; en los que sus sumisas no deben pensar, ni opinar, solo ceder; en los que expresan con satisfacción el haber conseguido hacer de “una sumisa”, la sumisa que desea, su sumisa…
Pero… ¿Es esa la realidad?
¿Es cierto que nuestros Amos nos eligen y nosotras nos dejamos elegir? ¿Puede un Amo someter hasta tal punto, que consiga que cualquier sumisa a la que elija, se entregue a Él…? ¿Consiste en eso la D/s…?
 ¿O…por el contrario, somos nosotras las que elegimos a quien entregarnos y someternos? ¿Deben ganarse nuestra entrega? ¿Es nuestro Amo quien nos pone la cadena, o se la entregamos nosotras…?
¿Puede ser, que quizás, como en cualquier otra relación de pareja, deba ser algo mutuo, y nuestros Amos nos dominen porque nos dejamos dominar…?
Seguiré dándole vueltas al coco hasta tratar de desenmarañar esta madeja que es mi cabeza. Si alguien se anima a ayudarme y conseguimos desliarla…le tejeré un jersey… ;)

Dulce{Adriano}

domingo, 17 de abril de 2011

Cena de Aniversario

Tres toques de claxon me avisan de que es hora de partir. Me miro apresuradamente en el espejo de la entrada para confirmar que todo está tal y como mi Amo me ha ordenado: vestido negro, ceñido y a mitad del muslo; zapatos de tacón con pulsera atada al tobillo; cabello suelto y labios rojos; y por supuesto, unas gotas del perfume que me regaló…
Me subo al coche con la alegría de una colegiala a la que llevan de excursión; esta vez mi Amo me ha permitido ir en el asiento delantero, a su lado:
-          “Buenas noches mi Amo…”
-          “Buenas noches perrita…”- me dice mientras introduce su mano entre mis piernas, para comprobar si voy sin bragas, como me ha ordenado.
Su mano acaricia un poco mi coño, solo un segundo, y acto seguido la retira y arranca el motor del coche, dejando mi entrepierna con una incipiente humedad…


A la llegada al restaurante, nos atiende un camarero que nos acompaña amablemente a una mesa situada junto a un gran ventanal, desde donde puede verse la luna reflejada en el mar. La vista es absolutamente espectacular… Pero mis ojos no pueden apartarse del hombre que tengo enfrente, de mi Amo, que va impecablemente vestido con un traje negro que contrasta con su camisa blanca. Me fijo en sus ojos…Su brillo es aun mayor a la luz de las velas…
La llegada del camarero con nuestros platos, me saca de la profundidad de los ojos de mi Amo.  Nos sirve vino en nuestras copas y se retira.
Al segundo trozo de pescado que entra en mi boca, siento el pie de mi Amo separando mis piernas…Siento cómo va subiendo, metiéndolo entre mis muslos hasta rozar mi coño…Cómo lo presiona ligeramente con la suela, haciéndome dar un saltito en la silla:
-          “¿Ocurre algo perrita…? - me dice sin dejar de presionar mi coño con su suela…
-          “No no, Señor…”
Ahora no solo presiona…También gira el pie en círculos y da pequeños golpecitos en él. Toma una de mis manos por encima de la mesa y clava sus ojos en los míos, mientras por debajo de ella, su pie sigue hurgando en mi coño.
Cada vez me resulta más difícil disimular mi excitación. A pesar de la música ambiental, mis gemidos comienzan a ser audibles. Me muerdo el labio inferior intentando ahogarlos. Mi cuerpo se contonea en la silla…se estremece…Y sin poder evitarlo, estallo en un silencioso orgasmo, mirando a los ojos de mi Amo…
Me doy cuenta del error que he cometido en cuanto mi cuerpo deja de temblar…¡¡¡No le he pedido permiso!!! Mi Amo no dice nada. Con un ademán, indica al camarero que nos traiga la cuenta y tomándome del brazo, me lleva hasta la salida del restaurante. Sigue sin decir nada y eso me inquieta. Una vez fuera, tira de mí con más fuerza, llevándome casi en volandas hasta el parking donde está su coche:
-          “Arrodíllate puta…con las piernas abiertas…”
Obedezco todo lo rápido que mis temblorosas piernas me permiten. Cuando lo hago, me doy cuenta de que la polla de mi Amo asoma por su pantalón, erguida y brillante. Oigo unos pasos cada vez más cercanos, seguramente de otra pareja del restaurante que se dirige hacia su coche, pero a mi Amo parece no importarle…
-          ¿¿Tienes algo que decirme, perra…??
-          Si Señor…Lo si…..
No me da tiempo a terminar mi frase de disculpa. Mi Amo ha metido su polla en mi boca de una embestida que me deja sin aliento…
-          “Mete tres dedos en tu coño y follate…Vamos zorra, hazlo!!!” – me dice mientras me sujeta fuertemente la cabeza con ambas manos y folla mi boca sin piedad…- “Demuéstrale a esos dos mirones lo puta que eres…”
Mis dedos golpean el fondo de mi coño, siguiendo el ritmo de las embestidas de mi Amo en mi garganta. Estoy a punto de correrme…Quiero pedirle permiso…pero no puedo hacerlo con su polla llenando mi boca…y no puedo aguantar…lo intento, pero no puedo…


Mi Amo saca su polla de mi boca y me salpica la cara con su semen…Pero ya es tarde…Me estoy corriendo de nuevo mientras lo hace…y sin pedirle permiso…
-          “¿¿Pero es que no aprendes puta??…¿¿Qué coño voy a hacer contigo?? Límpiame la polla y sube al coche inmediatamente…Ahí no, en el asiento de atrás…”
Mi Amo conduce hasta una playa cercana. Me baja del coche a tirones y me lleva hasta una de las palmeras:
-          “Desnúdate y pega tus tetas al tronco…¡¡Vamos, obedece!!”
Se quita la chaqueta y se saca su corbata gris, que utiliza para atar mis muñecas, dejándome abrazada a la palmera. Se quita el cinturón y comienza a azotarme. Con solo cuatro azotes, el calor se va apoderando de mis nalgas y de mi coño...Pero no hay un quinto…Me deja jadeando y con ganas de más…Me agarra del cabello tirando de mi cabeza hacia atrás y me susurra al oído:
-          “¿¿Quieres más, eh perra…??


Mi Amo se quita la camisa dejando su torso desnudo, coge de nuevo el cinturón y retoma los azotes, pero esta vez con más brío. Me azota hasta cansarse, y cuando creo que no voy a poder resistirlo más, siento su lengua recorriendo las marcas de mis nalgas, aliviándolas con su saliva, mientras mete sus dedos en mi coño…Me folla con ellos a un ritmo infernal…Siento que voy a correrme de nuevo…
-          “Permiso mi Amo, por favor…”
-          “¿Permiso para qué…??- me pregunta sin dejar bajar el ritmo…
-          “Permiso para correrme, Señor…”
-          “Aun no, zorra …”
-          “Por favor Señor….no…no aguanto…”-  le suplico horrorizada de pensar que me voy a correr de nuevo sin su permiso…
-          “Aguantarás lo que YO diga que aguantes y te correrás cuando YO diga que te corras…¿¿Entendido  zorra…??
Saca sus dedos empapados de mi coño y los pasa por la entrada de mi culo lubricándola, y vuelve a meterlos en él, mientras su polla se va abriendo paso entre mis nalgas hasta clavarse completamente entre ellas. Folla mi culo con ímpetu, con rabia, mientras sus dedos se mueven en mi coño a toda velocidad…No puedo aguantar más…
-          “Por favor mi Amo…por favor…Permiso, te lo suplico…”
-          “Ahora sí, puta….”- me dice clavándose en mí…
Mi cuerpo convulsiona entre mi Amo y el tronco de la palmera…Ya no soy una perra…Aúllo mirando a la luna, mientras el semen tibio de mi Amo se derrama dentro de mí…
De vuelta a casa, un baño de espuma nos espera, que mi Amo me permite tomar con Él en la espaciosa bañera. Cierra los ojos y se relaja sumergido en el agua caliente, pero yo aun sigo inquieta, y mi Amo lo nota…
-          “Perrita, has agotado a tu Amo…Si quieres algo, ya sabes lo que tienes que hacer…”

Por supuesto que lo sé y lo hice…Pero eso ya es otra historia…

Dulce {Adriano}

sábado, 16 de abril de 2011

Feliz Aniversario




¡¡Muchas Felicidades mi Dueño!!
Gracias por haberme elegido
y por seguir cada día cuidándome y enseñándome.

Ojalá esto solo sea el principio…

Dulce {Adriano}

viernes, 15 de abril de 2011

Pensando en Ti...



Hoy desperté pensando en Ti…
Tu recuerdo acudió a mi mente en el mismo instante en que abrí los ojos…
y deslizándose por mi frente, susurró en mis oídos, con Tu voz, mi nombre…
Bajó hasta mi cuello, atenazándolo con una mano invisible y fuerte, Tu mano…
y continuó bajando por mi jadeante pecho, rozando mis pezones con Tu lengua…
Siguió su descenso por mi vientre, rodeando mi cintura con Tu abrazo,
elevando mis caderas con violencia…
Se atrincheró entre mis piernas, cobijándose en mi sexo aun dormido,
inflamándolo de ardor y de humedades…
adornándolo con gotas de rocío…
empapándolo de ganas de tenerte…

Dulce {Adriano}

jueves, 14 de abril de 2011

El hilo rojo



Según cuenta una antigua leyenda oriental, un hilo rojo invisible atado al dedo meñique, conecta a aquellos que están destinados a encontrarse…
Esta creencia comenzó cuando se descubrió que la arteria ulnar une el corazón con el dedo meñique; de esta forma se empezó a creer que este dedo unía a los corazones.
Incluso durante el Periodo Edo (1603 a 1867) algunas mujeres se amputaban el dedo meñique para demostrarles su amor a sus maridos, ya que esto se consideraba un símbolo de completa lealtad.
El texto de esta leyenda, dice así:
“Un hilo rojo invisible conecta aquellos que están destinados a encontrarse, a pesar del tiempo, del lugar, a pesar de las circunstancias…El hilo puede tensarse o enredarse, pero nunca podrá romperse…"


Nadie podrá jamás conocerme como Tú,
Porque solo ante Ti puedo desnudar mi alma sin pudor…
Porque Tú eres el único que sabe ver como soy…

Nuestro hilo rojo es fuerte y resistente como una maroma,
Y me unirá a Ti por siempre…
…Y para siempre…

Dulce {Adriano}

Muchas gracias!!

Muchisisisissimas gracias Sweet
Es todo un honor para nosotros recibir este premio de tus manos. En verdad, haces honor a tu nombre…
Todos los comienzos son difíciles, pero tener al lado a personas como tú, lo hacen todo muchísimo más fácil…

Muchisisissimas gracias señor Qarpatian
Usted también estuvo ahí presenciando nuestros primeros pasos. Y nos emociona saber, que a pesar de nuestra escasa andadura en este mundo, hemos sido uno de sus elegidos…
De corazón, muchas, muchas GRACIAS!!!!



Por nuestra parte, hacemos entrega de este premio a:
Dánae
Por ser junto a Sweet la primera compañía que tuvimos en nuestra reciente andadura por el universo bloggero, por estar siempre ahí, alegrándonos con su presencia a diario, haga sol, llueva o nieve, y sobre todo, por ser como es… (no cambies nunca…).

miércoles, 13 de abril de 2011

Placer



Rodillas hincadas, nalgas expuestas…
Sonidos de fusta…lágrimas, ardor…
Muñecas atadas… Susurros, jadeos…
Caricias, azotes…Placer y dolor…
Dedos que caminan, pinzan, tocan, hurgan…
Huecos que se llenan…humedad, calor…
Lenguas que recorren, ojos que se cierran…
Muslos que se tensan…gemidos, temblor…
Carne que me invade, estremecimiento…
Espalda arqueada, júbilo, sudor…
Jugos que rebosan, súplicas, lamentos…
Latidos, un grito…
…néctar de mi flor…


Dulce {Adriano}