Te espero obediente…
Porque sé que mi obediencia hace crecer Tu dominio sobre mí y Te hace poderoso…
…y Tu poder es mi sustento…
Te espero postrada…
Como me enseñaste a hacerlo, ofreciéndome a Ti, adorándote, sabiendo que mi entrega Te hace dichoso…
…y Tu dicha es mi dicha…
Te espero sumisa…
Porque sé que mi sumisión Te engrandece y Te hace el hombre más fuerte de la tierra…
…y Tu fuerza es mi fuerza…
Te espero enardecida y húmeda…
Porque sé que a Tu vuelta, volverás a recordarme que soy Tuya, Tuya y solo Tuya…
…y eso hará arder en deseos nuestros cuerpos…
Te espero paciente…
Con la paciencia del amor sin condiciones…
…porque mi amor por Ti es infinito…
Te espero mi Amo.
Tu perra sumisa.
Muy feliz ha de estar tu Señor de aquella espera.
ResponderEliminar(Te envidio la paciencia al esperar, jeje)
Muasssssssss!
Quiero dejar escrito aquí, que si leer es una forma de placer, no lo digo yo, lo decía Borges, leer a mi Sumisa D{AV} es un placer cercano al éxtasis. Me da su cuerpo, me da su voluntad, me da su alma y con su pluma acaricia mi entendimiento, ennoblece su entrega y deja en mi corazón la misma dicha que produce aprender a leer y comprender lo que leemos.
ResponderEliminarY a ti Sweet te diré que sí, que mi Sumisa D {AV} desborda cada día el pozo de mi felicidad, y que ambos estamos muy dichosos siempre de leer tus palabras de cariño y aliento en nuestro rincón.
Te doy las gracias también en su nombre.
Amo AV
Es realmente admirable y envidiable el ambiente que se respira en este precioso rincon...
ResponderEliminarEs un gran placer poder acompañaros...
Un gran abrazo!