viernes, 14 de octubre de 2011

Premio Alma de sumisa


Soy una mujer sumisa…

No soy débil o estúpida. Soy una mujer fuerte, con pensamientos claros y un concepto definido de cómo quiero que sea mi vida.

Mi sumisión es un regalo que no doy a la ligera, sino que solo puedo dárselo a alguien que lo aprecie.

No sirvo a mi Amo por ser débil, sino por mi fuerza y orgullo.

Mi cuerpo es Suyo, mi mente es Suya, mi alma es Suya…

Si me dice que soy Su princesa, lo soy... Si me dice que soy Su juguete, lo soy…Su perra, Su felpudo...Tan sensual y lasciva como Él lo desea…y si otros no lo ven, es que están ciegos.

Él lo es todo para mí y yo lo soy todo para Él…y solo sirviéndole me siento completamente feliz…

Soy una mujer sumisa…

…Y estoy orgullosa de serlo…
(Fragmentos extraídos de la net. Autor desconocido)

Muchísimas gracias laprincesa {Celta) y dana en qarpatia por este precioso regalo, no sé si merecido o no, que ocupará un lugar de honor en nuestro pequeño rincón y en nuestros corazones…


Mi Amo, este regalo Te pertenece por entero…porque sin Ti, sin Tu paciencia, Tus enseñanzas, Tu disciplina y Tu amor, no hubiera llegado jamás a ser la sumisa que soy hoy…

Te adoro mi Señor…

Dulce {Adriano}

martes, 4 de octubre de 2011

Castigo



Cuando su Amo llega a casa, ella ya sabe lo que le espera…
Sin duda, está muy enfadado. Tiene el gesto duro, la mirada impenetrable y aprieta una y otra vez los puños, imaginando quizás, que tiene su cuello entre las manos…

Ha obrado mal…Ha desobedecido las órdenes de su Señor y sabe que tiene que pagar por ello…Y lo necesita…Necesita que el dolor limpie su culpa.

Se deja guiar por su instinto, se arrodilla en el suelo lo más sumisamente que puede y se inclina hacia delante levantándose la falda y ofreciéndole sus nalgas…

Desea agradar a su Amo…Desea demostrarle lo arrepentida que está…

Cierra los ojos y se muerde los labios esperando oír el sonido del cinturón deslizándose por las trabillas de Su pantalón…O quizás el giro de la llave del pequeño armario donde su Señor guarda la fusta…

Pero lo único que oye son los pasos de su Amo alejándose de ella...y una puerta que se cierra…



Dulce {Adriano}

sábado, 1 de octubre de 2011

En Tu montura...




Podría haber titubeado cuando soltaste mis ataduras y Te tendiste desnudo sobre la cama. Podría haberte preguntado qué deseabas…qué querías que hiciera en ese momento. Podría haberte pedido permiso para trepar a Tu montura…
Pero son tan grandes mis ganas de cabalgarte, tan grandes…que sin dudarlo un segundo, me siento sobre la aterciopelada firmeza de Tu vientre con la agilidad de una gacela…

Quizás esperabas esa reacción en mí…porque Tus manos, lejos de apartarme, se cuelan entre mis piernas, que se abren de par en par instintivamente como activadas por una memoria atávica. Serpentean hasta mis nalgas elevándome, separándome del contacto de Tu piel unos segundos eternos, para dejarme caer con suavidad en el centro de Tu montura…clavándome certeramente en Tu cetro…

La sacudida que provoca la descarga a Tu contacto, activa el movimiento de vaivén de mis caderas, que bailan frenéticamente sobre Ti en una danza ancestral y salvaje, al ritmo de la música de nuestros propios cuerpos…

Apuro hasta el límite mi improvisada libertad. Tal vez sea la única vez en que me esté permitido. Por eso me sujeto, ahora que puedo, con las uñas a las riendas de Tu agitado pecho y Te cabalgo…

Te cabalgo con furia en una carrera loca…como la más experta amazona…como Atila en su caballo…como los cuatro jinetes del Apocalipsis…

Te cabalgo hasta que mis espasmos hacen que me sea imposible mantener el control de mis caderas…hasta que mi espalda se arquea y mi placer se derrama en Tus muslos…hasta que con un gemido casi gutural, desplomo triunfante todo el peso de mi deseo, sobre las marcas de mis uñas en Tu pecho…


Dulce {Adriano}

viernes, 30 de septiembre de 2011

Premios Amistad



“No dejes crecer la hierba en el camino de la amistad” (Platón)


El premio se llama Amistad en el mundo
y está dedicado a todas las personas amigas que tenemos esparcidas por el mundo...
No es importante donde vivamos,
es importante lo que sentimos y lo que nos alimenta como amigos...
No hay muchas instrucciones,
sólo recibir el premio
y hacerlo llegar a todos los amigos en el mundo que compartan la alegría de la amistad.

Lo primero que deseo hacer, es pedir mil disculpas a esas dos maravillosas mujeres que han tenido el detalle de considerarnos merecedores del permio a la amistad, por no haber podido recogerlo con la celeridad que nos hubiera gustado.
A veces las circunstancias nos impiden hacer las cosas que deseamos…
Muchísimas gracias laprincesa{Celta} y janna De SR…por estar siempre…por hacernos merecedores de estos premios, a pesar de que últimamente no hemospodido corresponder en la misma forma...
Muchísimas gracias por no dejar crecer la hierba en nuestro camino…
 Dulce {Adriano}


miércoles, 21 de septiembre de 2011

Las tres pruebas de Irene (III)

El leve contacto de la polla suave y cálida de su Amo en la mejilla, la hizo volver en sí…Casi sin fuerzas, entreabrió la boca ofreciéndosela a su Dueño, esperando recibir el tan ansiado premio a su sacrificio…

A duras penas evitó Germán hundir su polla en la boca ofrecida de Irene. La tenía a punto de reventar y estaba loco por correrse en ella, pero aún no había llegado el momento. Ese momento solo llegaría si su perra pasaba la última prueba…si traspasaba ese límite…

Solo cuando Su Amo se apartó bruscamente de ella, Irene reparó en que no estaban solos en la habitación.



A escasos metros, una chica de cabello castaño y largo a la que no conseguía verle la cara, permanecía arrodillada con la frente tocando el suelo, las piernas abiertas y los brazos en cruz.
Atónita vio que Germán se situó detrás de la chica, le recorrió la espalda con la yema de los dedos bajando hasta las nalgas y se las acarició con suavidad…Vio como le colocó las manos en las caderas y se clavó entre ellas de una embestida…Vio como la agarró del cabello y tiró de su cabeza hacia atrás mientras la follaba…




Ahora sí pudo verle la cara…Un rostro roto por el placer que le proporcionaba su Amo, un placer que le correspondía a ella…

Se sintió dolida y humillada. Mucho más que cuando su Amo la obligó a tragarse el semen de aquel hombre…Mucho más que cuando fue usada por no sabía cuántos desconocidos…Los aullidos de la chica le martilleaban la cabeza. Sentía vértigo y náuseas… ¿Por qué su Amo le hacía esto…? Si lo había hecho todo por Él…Si lo había soportado todo por Él… ¿En qué le había fallado...?

La chica no tardó en correrse. Germán la abandonó jadeando en el suelo y se dirigió a Irene…

-       “Esto es lo que te espera de ahora en adelante, zorra… Dime… ¿deseas seguir siendo mi perra…? ¡¡Contesta puta…!!”

-       “Sí…mi Amo…Es lo único que deseo en esta vida…”- le contestó entre sollozos…



La agarró del cabello y le hundió en la garganta la polla aun erecta y empapada de los jugos de aquella chica que acaba de correrse en ella. Le folló la boca con furia…Y con el deseo enardecido de saberla SUYA, absoluta e incondicionalmente suya, se corrió entre gruñidos en las profundidades de la garganta de su perra, regalándole su tan merecido premio, que Irene saboreó como el más exquisito manjar…

Irene aun se relamía cuando su Amo la liberó del tablero en el que se encontraba atrapada y le limpió las lágrimas…

-       “Vamos perrita mía…Creo que necesitas un buen baño…”

 Dulce {Adriano}

domingo, 4 de septiembre de 2011

Las tres pruebas de Irene (II)

Afortunadamente aquel hombre no tardó demasiado en correrse en su garganta. Volvió la cabeza hacia su Dueño mostrándole el semen en la lengua, buscando su aprobación…



-       “Así me gusta putita…ahora trágatelo…”

Irene tragó aquel semen obedientemente, intentando evitar las náuseas que le producían aquel sabor acre, tan diferente al de su Señor.

“Ya pasó todo…”, suspiró para sus adentros cuando Germán le acarició la cabeza, volvió a tomar su cadena y se encaminaron hacia la puerta…

…O eso pensó Irene. Pronto se dio cuenta de cuán equivocada estaba…

Germán, lejos de dirigirse a la salida, la llevó a la sala contigua; una pequeña habitación sin ventanas, cuyo único mobiliario era un pesado tablero que colgaba verticalmente del techo por dos gruesas cadenas y que estaba perforado en el centro por un orificio de mediano tamaño.

Un poco más cerca, Irene pudo distinguir que a uno de los lados de la abertura central había una bisagra y al otro lado, una especie de pestillo que Germán abrió dejando el orificio en forma de “C”. A un tironcito de su cadena, Irene ya supo qué hacer...

Inclinada dentro de la abertura y una vez cerrado de nuevo el pestillo, la mitad superior y la mitad inferior de su cuerpo quedaron separadas  por aquel tablero. La abertura se ciñó a su cintura impidiendo cualquier tipo de movimiento, dejando las dos mitades totalmente accesibles e inmóviles. Germán ató sus manos a la espalda y un pañuelo negro le cegó los ojos. Un temblor incontrolable se apoderó de su cuerpo cuando oyó la voz de su Amo…

-       “Ya está preparada…es toda vuestra…”




Oyó varias voces, no sabía cuántas…Sintió manos tocándola…separándole las piernas, las nalgas…Dedos hurgando bruscamente en su interior…Sintió lenguas lascivas lamiéndola por todos sus rincones…Sintió pollas, dildos, artilugios que ni siquiera imaginaba como serían…Sintió dolor y humillación…Usaron su boca, su coño, su culo hasta cansarse…hasta dejarla al borde de la inconsciencia…
Para Germán, ver como usaban a su perra…ver su sacrificio, su aguante estoico…los chorros de semen derramándose por su cara, su espalda, sus nalgas, sus muslos…dotaron a su polla de vida propia.

Se acercó a su perra que yacía colgante en aquel artilugio, le retiró el pañuelo de los ojos y le susurró al oído…

-       “Mírate zorra…usada por todos…Eres una puta…”

Y sacándose la ya hinchadísima polla y acercándola a su cara, la sentenció…

-       “…Y voy darte tu merecido…”



Dulce {Adriano}




jueves, 1 de septiembre de 2011

Las tres pruebas de Irene (I)

Su Señor y ella habían hablado de ello muchas veces… De la posibilidad ser usada por otras personas si Él se lo ordenaba…De ciertas pruebas…De su obediencia, de su entrega… De traspasar sus límites…

Al principio ni siquiera entraba en su cabeza, pero con el tiempo, incluso había mojado sus bragas en las ocasiones en las que su Amo le había contado cómo sería.

Pero ahora estaba allí y aquello era real… ¿Y si no era capaz de hacerlo…?... ¿Y si Le fallaba…?... ¿Y si aquel era su límite…?

Germán no tardó mucho en llamarla…Se arrodilló en el suelo y avanzó a cuatro patas toda la estancia hasta los pies de su Dueño, con la cabeza baja y la grupa en alto.

A Germán siempre le excitaba ver a Irene así…dócil y a la espera de sus órdenes.


La tomo de la cadena que colgaba de su collar y la acercó hasta el sillón de al lado, donde un hombre de mediana edad la observaba detenidamente mientras se acariciaba la ya abultada entrepierna por encima del pantalón. Notó como su perra empezaba a temblar…

-        “Vamos perrita…Nuestro invitado está impaciente por saborear los placeres de mi putita…”

Con las manos temblorosas, Irene desabrochó la cremallera del pantalón de aquel hombre, dejando libre una polla enhiesta y húmeda que saltó hacia arriba como un resorte. Miró a su Amo suplicante, pero no encontró piedad alguna en Su mirada…

-       “Vamos, empieza…”

Cerró los ojos y comenzó a lamer con suavidad aquella polla viscosa. Pero aquello no parecía ser suficiente. Aquel hombre le sujeto la cabeza y la apretó con fuerza hacia él, clavándole la polla hasta la garganta. Una gran arcada hizo que se le saltaran las lágrimas e instintivamente se retiró de aquel miembro que la asqueaba…

El primer azote restalló en sus nalgas a la vez que la voz de su Amo…

-       “Chúpasela zorra… ¿No querías ser mi esclava? ¡¡Pues haz lo que te ordeno!!

Irene introdujo de nuevo la polla del hombre en su boca, puso sus brazos a la espalda y se dejó llevar…




La visión de Irene allí, arrodillada delante de aquel hombre, ofreciéndole los placeres de su boca a una polla que no era la Suya…y la de aquel hombre gruñendo, sujetando la cabeza de Irene, embistiendo contra ella, ahogándola, mientras ella se afanaba en hacerlo bien…en obedecerle…Entregada, sumisa…puta…Capaz de hacer todo lo que Él le ordenara…Capaz de derribar sus límites por Él…Capaz de seguirlo hasta el mismo infierno de sus perversiones…hizo que su polla se hinchara instantáneamente…

Sintió unos deseos incontenibles de follarla…Pero aun no había llegado el momento…Aun no era suficiente…

Tenía que ganárselo…Siempre tenía que ganárselo…

…Y ella lo sabía…

 Dulce {Adriano}

miércoles, 24 de agosto de 2011

El juego de la silla

¿Quién no recuerda ese juego de niños, en el que girábamos alrededor de las sillas al son de la música y nos sentábamos cuando ésta dejaba de sonar…?

Pues bien…Anoche, a mi Señor se le ocurrió jugar con Su perra a este juego…A Su versión de este juego…


Puso una silla en el centro de la estancia. Me ordenó subirme en ella de rodillas e inclinarme sobre el respaldo de ésta, donde me ató los brazos, dejándome totalmente expuesta, indefensa y a Su merced, como a Él le gusta.

En esta especial versión del juego, mi Amo era el que giraba alrededor de la silla. Lo hacía con parsimonia y en silencio, dándose golpecitos con la fusta en la palma de la mano. Parándose de vez en cuando a observarme durante unos segundos, rozando mis nalgas con ella…un leve roce que me cortaba el aliento…para luego continuar con su paseo alrededor de mí.

Sabe cuánto desconcierto me causa ignorar lo que va a ocurrir…Intuye cuánto me excita y Se recrea…

Cuando mi Señor volvió a rozármelas por tercera vez, mi coño ya empezaba a inundarse. La punta de Su fusta se paseaba por mis nalgas haciendo pequeños dibujos imaginarios…

De pronto, un sonoro fustazo en la nalga izquierda me hizo tambalearme en la silla y a ese siguió otro en la nalga derecha.

Con solo dos fustazos, las primeras gotas de mi deseo comenzaron a derramarse tímidamente por mis piernas. Recorrió con la fusta la cara interna de mis muslos hacia arriba, en dirección a mi coño, como si quisiera devolver mis fluidos a su lugar de origen. Dio media vuelta y se paró delante de mí mostrándome el extremo húmedo y brillante. Entreabrí la boca y saqué la lengua esperando a que la limpiara en ella como había hecho otras veces, pero no lo hizo…

Me agarró del cabello tirando de mi cabeza hacia atrás y si previo aviso, me clavo Su polla hasta la garganta…Solo dos embestidas…dos profundas y brutales embestidas. Luego volvió otra vez a situarse otra vez detrás de mí…

Esta vez fueron cuatro fustazos, dos en cada nalga, y acto seguido, volvió a ponerse delante, me agarró del cabello y volvió a clavarse bruscamente en mi garganta cuatro veces.

Fue repitiendo este ciclo, aumentando en cada uno el número de azotes y de embestidas en mi boca. No sé a cuantas llegó…Solo sé que mis nalgas ardían…que mi coño era un río…y que no paró hasta que mis jugos habían empapado el asiento de la silla y totalmente fuera de mí, le pedí a gritos que me follara…

Metió Sus dedos de golpe en mi coño arrancándome un gemido y hurgó en mi interior como solo Él sabe hacerlo. Al límite de mi resistencia, no tardé en suplicarle que me permitiera correrme. No dijo nada. Paró de golpe impidiendo que pudiera estallar…dejándome al borde de la locura…

...Entonces sentí el roce de Su cinturón deslizándose por mi cuello. Metió el extremo por la hebilla y lo dejó sobre mi espalda. Colocó Su polla entre mis castigadas nalgas y se clavó en mí sin miramientos, tirando con fuerza del extremo del cinturón, a la vez que me decía…“Ahora sí puta yegua…vamos…ahora síiiii…”

Y cuando aun me recorrían los últimos espasmos, mi Amo se retiró de mí, se acercó a mi oído y me susurró…”Aun no ha parado la música putita…”



Dulce {Adriano}


lunes, 22 de agosto de 2011

Las botas de mi Amo

Desde siempre he sentido una irresistible atracción, entre otros fetiches, por las botas masculinas…



Mi Amo no las suele llevar muy a menudo por cuestiones de trabajo, pero cuando las lleva, me gusta arrodillarme y poner mi frente o mi mejilla sobre ellas. A veces mi Señor me deja lamerlas…y entonces lo hago tan apasionadamente, como si la piel de Sus botas fuera la de Su mismísima polla…
Por eso cuando aquella tarde Lo vi aparecer calzado con ellas, mi primer impulso fue arrodillarme a Sus pies y suplicarle que me dejara besarlas…Nunca suele negarme ese placer si se lo pido de la forma correcta…Pero aquel día obtuve un seco y rotundo “No”.

Confusa, rebobiné en mi cabeza toda la escena buscando qué había hecho mal… ¿Quizás fui demasiado impulsiva?… ¿O quizás no supliqué lo suficiente?…Quizás…

-       “Tiéndete en el suelo y abre las piernas, puta...”-  la voz de mi Amo me sacó de golpe de mis pensamientos…- “Las manos en la nuca…”




Me coloqué como mi Señor me había ordenado, todo lo rápido que pude. Desde el suelo, la figura de mi Amo allí de pie mirándome, parecía aún más imponente. Sentí una oleada de fluidos que comenzaba a humedecer mis bragas…

Se dio media vuelta y desapareció por la puerta dejándome allí tendida y excitada...Volvió a los pocos minutos con una silla que colocó entre mis piernas y en la que se sentó tranquilamente a observarme…

-       “¿¿Ya estás mojada, zorra?? – dijo rozando con la punta de Su bota, la evidente mancha de humedad de mis bragas…

El leve roce me hizo estremecer y el “Si…mi Señor…” salió de mi boca como leve gemido…

-       “No sabes mantener un solo segundo el coño seco…No sabes controlar tu puto coño delante tu Amo…”

La punta de Su bota jugueteaba entre mis piernas, recorriendo mi coño de arriba abajo por encima de mis bragas cada vez más empapadas…Mis caderas comenzaron a elevarse inconscientemente buscando más…

-       “¿Te gusta, ehhh puta…?”

Dejó de rozarme con la punta, para comenzar a presionar con la suela de Su bota. Una nueva riada de jugos se desbordó de mi coño. Todo mi cuerpo se retorcía en un baile loco mientras mi Amo, impasible, pisaba mi coño desde Su asiento, como si fuera una colilla, bajo una lluvia de improperios…

Al límite de mi resistencia, Le supliqué…Le imploré que me permitiera correrme…

-       “Diosssss…que puta eres…” – me dijo presionando mi coño con más fuerza y haciendo que me corriera bajo su pie, entre violentos espasmos…

Cuando al fin cesaron los temblores y abrí los ojos, vi que mi Amo se estaba desatando las botas…

-       “Quítate las bragas, zorra…Aun no hemos terminado…”


Dulce {Adriano}

viernes, 19 de agosto de 2011

I'm into you...

Navegando por la red he encontrado este vídeo que me ha sorprendido gratamente…Una Diva como Jennifer López, le canta a ese sentimiento tan hermoso y puro, como es el de la entrega...

 “…Me tienes y no pude defenderme,
lo intenté, pero tuve que rendirme
Tu estrella me tiene hechizada,
no me dejaste otra opción que darme por vencida…

(ahora) es demasiado tarde…”



Dulce {Adriano}

miércoles, 17 de agosto de 2011

Bufffffff...

A veces no se encuentran las palabras capaces de expresar lo que uno siente…Y como una imagen vale más que mil palabras, creo que esta representa acertadamente como me siento hoy…





...Como si me hubiera pasado un tren de mercancías por entre las piernas…


Mi Señor, muchas gracias…Tú ya sabes por qué…

Dulce {Adriano}

domingo, 14 de agosto de 2011

Vamos a jugar a un juego

Queremos en primer lugar dar las gracias a los amigos de BDSMWorld (http://directorio-blogs-bdsm.blogspot.com/) por elegir a nuestro pequeño rincón para comenzar esta sin duda apasionante historia, que iremos construyendo poco a poco con la ayuda y la imaginación de nuestros amigos bloggeros.

Partiendo de unas pequeñas premisas que os adjuntamos a continuación, el rumbo que tomen nuestros dos protagonistas, es cosa vuestra…

Las premisas son las siguientes:

·         Los protagonistas son Eva y Pablo y están en una cafetería.

·         Cinco blogs se encargarán de escribir el 1º capítulo. Cada uno de esos cinco elegirá dos blogs para que escriban su versión del 2º capítulo. A su vez cada uno de los dos blogs, elegirá a otros dos para escribir el 3º, y así sucesivamente hasta tener un total de cinco capítulos.

Para la continuación del 2º capítulo, hemos elegido a dana (http://pleasureshelter.blogspot.com/) y a El Señor de la Mansión (http://mansiondelaluz.blogspot.com/).

Este es nuestro 1º capítulo, al que hemos llamado:

EL ENCUENTRO

Después de varios meses hablando por el chat, por fin había llegado el día…El día de tocarla, de azotarla, de usarla…de disfrutar en sus carnes de la entrega de Eva, su sumisa…de comprobar en persona, que aquella putita le pertenecía…



Habían quedado en una céntrica y conocida cafetería de la ciudad, muy de moda,  que se encontraba en una amplia avenida repleta de tiendas de grandes firmas. Como era de esperar, estaba llena de gente. Desde la puerta, Eva  buscó a Pablo con la mirada…
Pablo la observaba desde su mesa. Paseó lentamente sus ojos por aquel cuerpo, mucho más hermoso en persona que en las fotos que ella le había enviado, y  que era suyo…completamente suyo…

Intentó controlar una erección inminente, respiró hondo y le hizo un leve ademán con la mano para que se acercara a la mesa…

-         “Hola perrita. Puedes sentarte…”

Al oír su voz, Eva se estremeció. Su voz…esa voz que tantas veces había oído al teléfono, ahora en persona sonaba aun más cálida y profunda.
El simple saludo fue suficiente para que las piernas de Eva temblaran y su coño empezara a mojarse. Se agarró a la mesa intentando recuperar el control de sus piernas…

-         “¿No me has oído perrita…? Siéntate…”

-         “Si Señor, perdón…”- contestó haciendo grandes esfuerzos por flexionar sus piernas para tomar asiento…

-         “Bien…Ahora separa las piernas y aparta las bragas a un lado. Mete tres dedos y déjalos ahí de momento. Podrás sacarlos cuando te diga…”- le ordenó con toda la naturalidad del mundo…



Eva obedeció al instante. Le daba igual estar en un sitio público y rodeada de gente. Lo hacía cada vez que Él le ordenaba algo. No podía evitarlo…no quería…

Pablo llamó a uno de los camareros, que acudió con premura a la mesa. Cuando el joven se acercó, el primer impulso que sintió Eva fue el de retirar la mano de entre sus piernas, pero sabía que no debía hacerlo hasta que su Amo se lo ordenara.

El camarero no tardó en regresar con los dos cafés que Pablo había pedido. En cuanto se dio la vuelta para alejarse, Pablo le dio la orden a Eva….

-         “Ahora perrita…Sácalos y lámelos…lame tus jugos y dime a qué saben…”

Una enorme punzada martilleó su coño, que comenzaba a fluir sin control empapando sus bragas…

-         “A perra en celo, Señor…”

-         “Seguro que ya tienes las bragas empapadas… ¿Me equivoco perrita?”

-         “No…Señor…”

-         “Quítatelas y dámelas. A partir de ahora irás siempre sin bragas. ¿¿Lo has entendido perra??”


-         “Si Señor…”- le dijo mientras le acercaba la mano con la bola de encaje negro que era ahora sus braguitas…

-         “Mmmmm…están empapadas… ¿Esto te excita, verdad zorra?”

-         “Si…Señor…mucho…”

La tomó de la barbilla y clavó sus ojos en los ojos de Eva…

-         “Lo suponía. Eres tan zorra que no puedes evitarlo. Seguro que mi putita está deseando correrse…”

Una nueva oleada de fluidos invadió su coño, que ardía y palpitaba entre sus piernas implorando ser follado…

-         “Siiii…Señor…por favor…”

-         ”Pues tu Amo hoy te lo va a permitir…Pero lo harás aquí, delante de todos. Eres una puta, y las putas como tú se corren en cualquier sitio. Quiero que empieces a contraer tu coño como te he enseñado…¡¡Vamos puta, obedece!!”

Tímidamente, Eva comenzó a contraer y relajar su coño, para ir aumentando la velocidad poco a poco a medida que su excitación crecía, mientras Pablo, mirándola fijamente a los ojos, le susurraba todas aquellas palabras que la hacían enloquecer y abandonarse…

Hacía tantos días que su Señor no le permitía correrse…Tantas veces la había puesto al límite de su resistencia sin dejarla estallar, que apenas pudo aguantar…




Una violenta sacudida le recorrió la espalda y estalló entre sus piernas empapándole los muslos…Entrecerró los ojos y se mordió el labio inferior intentando ahogar los gemidos…Cerró las piernas  y se agarró a la mesa, que tembló a la vez que su cuerpo…
Solo cuando cesaron los espasmos, se dio cuenta de lo que había hecho…¡¡Se había corrido sin pedirle permiso…!!

Abrió los ojos y encontró los de Pablo clavados fríamente en ella…

Pablo la miraba fijamente. Con su polla a punto de reventar dentro de su pantalón, se hubiera lanzado sobre ella allí mismo…Pero aquella zorrita había desobedecido sus órdenes…y tenía que demostrarle quien mandaba allí…

Y allí el puto Amo, era él…

 Amoysumisa