jueves, 16 de junio de 2011

Caperucita nalgas rojas

Un poco impulsada por la maravillosa versión del cuento de Blancanieves y los Siete enanitos que he leído en el blog de laprincesa {Celta}, y otro poco por aquello que mi Señor y yo sabemos, me he animado a escribir mi particular versión del cuento de Caperucita roja, a la que he llamado…
Caperucita nalgas rojas…

Erase una vez una bonita muchacha de piel blanca y larga cabellera roja…tan larga y tan roja, que parecía que llevara una larga capa con capucha, por lo que era conocida en el pueblo como “Caperucita roja”.
Caperucita vivía a las afueras del pueblo, en un gran dúplex que su mamá le sacó a su papá cuando se separaron. La casa de Caperucita daba por la parte trasera a un enorme bosque que tenía que atravesar cada viernes, para llevarle a su abuelita una cestita que recogía previamente de un sexshop cercano.



Como cada viernes, Caperucita recogió la cestita del sexshop…y como cada viernes, abrió la cestita y se guardó uno de los muchos objetos que contenía, el más grande, con la esperanza de que la abuelita se percatara de su travesura y volviera a azotarle las nalgas sobre sus robustas rodillas dejándoselas ardientes y rojas, como siempre hacía cuando se portaba mal…
Y con este pensamiento rondando su linda cabecita, las braguitas húmedas y la cestita en su mano, partió Caperucita hacia la casa de su abuelita a través del espeso bosque…Aun no había recorrido la mitad del camino, cuando de repente, delante de ella, apareció un lobo enorme que la miraba fijamente…

-       “¿Dónde vas tan sola por este peligroso bosque, preciosa…?”
La voz susurrante y profunda del lobo, la hizo estremecer…Las bragas de Caperucita recibieron una nueva oleada de sus fluidos…
-       “A la casa de mi abuelita a llevarle esta cestita…”- respondió tímidamente…
-       “Buena chica…”- le susurró el lobo sin dejar de mirarla a los ojos.
Al oír estas palabras, Caperucita tembló de tal forma, que se le cayó la cestita al suelo, por lo que tuvo que agacharse a recogerla.  
En este ademán, la faldita tableada que llevaba, dejó parte de sus blancas nalgas al descubierto y el lobo, además de alegrarse la vista,  pudo percibir el suave aroma a perra en celo que la dulce muchacha desprendía.
-       “Intuyo que estarás impaciente por llegar…”- le dijo el lobo – “…así que te mostraré un camino por el que llegarás mucho antes…”
El lobo le indicó el nuevo camino, Caperucita le dio las gracias y su número de móvil, y volvió a ponerse en marcha. Tan absorta iba en sus pensamientos sobre los azotes que recibiría de la abuelita y sobre aquel misterioso lobo que tanto la había excitado, que no se dió cuenta de que el camino que el lobo le había indicado, era más largo que el que hacía de costumbre…
Al fin llegó a la casa de la abuelita…pero cuando se disponía a llamar a la puerta, oyó unos extraños sonidos que provenían del interior de la casa. Totalmente asustada y con la respiración contenida, empujó la puerta…
Lo que allí encontró la dejó boquiabierta…


El  lobo se estaba comiendo a su abuelita…¡¡¡Y de qué forma…!!!
Notó entonces como sus bragas ya no podían contener sus jugos que le goteaban por los muslos…sintió unas desesperadas ganas de ser azotada y usada…y un profundo suspiro se escapó de su garganta…
-       “¿¿Qué horas son estas de llegar…??- le gritó su abuelita apartándose del lobo – “¡¡Perra desobediente…Voy a darte tu merecido!!” – le dijo mientras la tumbaba sobre sus piernas y le bajaba sus empapadas bragas hasta las rodillas…



Y allí, mientras la abuelita la azotaba una y otra vez, el lobo se encargó de ahogar sus gemidos, estallando de placer en su garganta…
…Y colorín colorado…las nalgas se le han quedado…

Dulce {Adriano}

6 comentarios:

  1. Ummmmm, menuda versión...y esa abuela spanker? me encanta. Si los autores levantaran la cabeza y viesen en que se han convertido sus cuentos...mmmmmm...seguro que les encantaban!!jajaja. Vamos a por más cuentos? esto no ha echo nada más que empezar...

    Encantada de pasar por vuestro rincón. Besitos.

    ResponderEliminar
  2. Si Perrault o los Hermanos Grimm pudieran leer esta versión, harían toda un fiesta allá en sus tumbas, jajajaja!

    Así que andamos de cuentos eh, Dulce? jijijiji.
    Muakissssssssss!

    Abrazooooooooooooooooooooooote!

    ResponderEliminar
  3. Pues no sería mala idea versionar todos y cada uno de los "cuentos de siempre" princesa.
    A ver quien se atreve con el próximo ;)

    Un placer contar con tu principesca presencia...

    Dulce{Adriano}

    ResponderEliminar
  4. Ya te digo Sweet...
    Y seguro que un bdsm-cuento al año, no hace daño...

    Mil besos...

    Dulce{Adriano}

    ResponderEliminar
  5. jajaja... de gracia me ha caído el cuento, Dulce{Adriano}, felicidades por tal obra de arte :)... Besos desde lejos.

    ResponderEliminar
  6. Me alegro de que te haya gustado jalida{AD}, aunque dista muchísimo de ser una obra de arte.

    Otro beso para ti...

    Dulce{Adriano}

    ResponderEliminar