sábado, 19 de febrero de 2011

La ducha



Miro el reloj. Es la hora en la que me envías las órdenes que deseas que Tu perra cumpla cada día. Abro el correo y allí está puntual la que debo cumplir hoy:
“Buenos días perrita Hoy quiero que acudas a esta dirección (…) a las 7:30 pm. Se puntual.
Tu Amo.”
Cuando llego ya me estás esperando. Avanzo por el pasillo hasta el salón en el que estás y descubro con sorpresa que no estás solo; otro hombre, que supongo es sumiso por su actitud Contigo, permanece junto a Ti con la mirada fija en el suelo.
Con voz firme nos ordenas desnudarnos. El sumiso obedece ipso facto…y yo también, aunque avergonzada por la presencia de aquel hombre. Me colocas mi collar de perra y otro collar al sumiso; sujetas ambas cadenas con una mano, nos guías hasta el cuarto de baño y nos ordenas meternos en la ducha.
-          “Quiero que os lavéis bien, perros sarnosos…pero uno al otro…”
Te sientas en una pequeña banqueta frente a nosotros y me ordenas que comience yo primero. Busco con la mirada alguna esponja para poder hacerlo.
-          ”Con las manos perra…”
Y así lo hago. Enjabono todo el cuerpo del sumiso frotando con la palma de mis manos y cuando llego a su polla, ya esta dura…Te percatas de ello y me ordenas parar inmediatamente.
Ahora es el sumiso el que enjabona mi cuerpo y lo hace con delicadeza. Le ordenas lavar mi coño a fondo y él lo frota a conciencia obedeciendo Tus órdenes. Sus dedos lubricados por el jabón, rozan mis labios y mi clítoris, que responden hinchándose casi instantáneamente. Mis pezones se endurecen y yo me horrorizo de que aquello me guste. Le ordenas meter sus dedos en mi coño…despacio al principio, para ir aumentando la velocidad a la par que aumentan mis gemidos. No quiero que aquello me guste,  no quiero…Pero me gusta… y no puedo evitar correrme en los dedos de aquel hombre con Tus ojos clavados en los míos…
Te desnudas y Te metes con nosotros en la ducha, de frente a mí y de espaldas al sumiso. No dices nada, pero ambos sabemos qué debemos hacer. Nuestras manos recorren tu cuerpo enjabonándolo todo; las mías recorren Tu pecho y las suyas Tu espalda. Me arrodillo para lavar Tu polla.
-          “Lávame con la lengua zorra…y fóllate mientras tanto como la puta que eres, que sé que lo estás deseando…”.
Mi lengua recorre cada centímetro de Tu polla y cada pliegue de Tus huevos, mientras mis dedos ahondan en mi coño empapado por la ducha y por la excitación. El sumiso arrodillado tras de Ti, muerde Tus nalgas y lame Tu culo, a la vez que su mano derecha se desliza por su polla a una velocidad vertiginosa…El sumiso y yo nos corremos casi al instante, pero Tu polla sigue firme, dura, enorme…
Das por concluida la ducha y pasamos al dormitorio. Te tumbas en la cama y tiras de mi cadena hasta ponerme a cuatro patas sobre Ti con mi cara a la altura de tu polla.
-          “Vamos puta, chúpame la polla con esa boca de viciosa insaciable que tienes…Y abre tu culito de perra salida para que nuestro amiguito pueda meterte la lengua…”
Lamo Tu polla despacio, como si fuera un helado. Deslizo mi lengua por los lados, rodeo la punta, la abrazo con mis labios…Lamo Tus huevos mientras te masturbo a dos manos, y vuelvo a chupar tu polla como si me fuera la vida en ello. Mojo dos dedos en mi boca y busco la entrada de Tu culo; los introduzco poco a poco, dilatándote despacio, adaptando la abertura de Tu ano al tamaño de mis dedos. El sumiso también folla mi culo con su lengua y mi coño se va inundando nuevamente, pidiendo desesperadamente ser follado. Te pido que sacies mi coño hambriento.  Me haces suplicártelo como una perra en celo; solo entonces accedes a que el sumiso acaricie mi coño empapado.
Tu polla aparece y desaparece en mi boca cada vez más rápido…Mis dedos follan tu culo a todo lo que mi mano da…Los dedos del sumiso recorren mi coño hinchado…
-          “Puta zorra, te follarías cualquier cosa con tal de correrte…
Y me corro de nuevo…Me derramo en las manos del sumiso a la vez que noto tus pulsiones en mi boca, bombeando toda tu leche en mi garganta…
Con un tirón de mi cadena, me tiendes sobre la cama y separas mis piernas. Hundes Tu cara entre ellas, mientras el sumiso folla Tu culo dilatado por mis dedos. No me das tregua. Tu lengua recorre mi coño aun sensible y empapado del reciente orgasmo. Lo mordisqueas, lo tocas, lo lames, lo presionas, lo acaricias…haciéndome estallar en un nuevo orgasmo, a la vez que el sumiso se corre en Tu culo…
Acabamos exhaustos, tendidos en la cama intentando recobrar el aliento…Pero aun no te das por satisfecho…
Nos ordenas tumbar dos sillas en el suelo, una al lado de la otra, y colocarnos a cuatro patas sobre ella. Atas nuestras manos a cada respaldo de la silla, dejando nuestros culos totalmente expuestos a tus caprichos. Tomas Tu fusta y te golpeas la palma de la mano sin dejar de humillarnos. Y sin previo aviso, estrellas Tu fusta en mis nalgas, y luego en las del sumiso, alternando los azotes, a la vez que dejas escapar todo tipo de insultos; esas palabras que hacen que mi coño se empape sin remedio deseando ser follado. Cesan los azotes y tocas mi coño, comprobando que está totalmente mojado, tal y como esperabas. La excitación del sumiso salta a la vista; tiene la polla como el mástil de una bandera…
Coges dos consoladores idénticos y metes uno en el culo del sumiso y otro en el mío. Los dejas allí y te sientas a fumar un cigarro tranquilamente, observando nuestros culos enrojecidos, expuestos y ensartados por el falo de látex.
Mi desesperación llega al límite. Necesito que me folles. Te pido que lo hagas...Te lo ruego…Te lo suplico…y el sumiso se une a mis súplicas sin poder apenas controlar su excitación.
Te acabas el cigarro y te levantas. Estas cansado de oírnos suplicar y nos colocas un bocado, y acto seguido tomas ambos consoladores con las manos y comienzas a follarnos. Los mueves despacio y con precisión, los dos a la par…Los gemidos del sumiso y los míos, se mezclan en la habitación y se hacen cada vez más profundos…Y oigo correrse al sumiso a la vez que siento en mí los espasmos de un nuevo orgasmo…
Sin dejarnos recuperar el aliento, nos das a lamer los consoladores que un segundo atrás ocupaban nuestros culos, bajo otra lluvia de insultos que me hace sentir la más puta entre las putas…
…Y solo entonces me regalas el goce de Tu polla. La introduces de golpe en mi culo dilatado arrancándome un grito. Me embistes con furia animal, agarras mi pelo a modo de riendas, me humillas, pellizcas mis pezones, azotas mis nalgas…Te grito que me rompas el culo…que me destroces…mientras me corro como una perra en tu polla…La sacas de mi culo y noto tu leche tibia sobre mi espalda…
Desatas al sumiso y haces que la lama toda de ella…y cuando ha terminado, le ordenas que se vista y se vaya. Me desatas de la silla y me tiendes en la cama:
-          “Descansa mi perrita…Mañana tendrás más trabajo…”

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