Amanece un nuevo día…
Nada más abrir los ojos, mi mente se llena de recuerdos de la noche anterior...
Fugaces fogonazos de escenas intensamente vividas invaden mi cabeza…
Cuero, fustas, deseo, súplicas, piel…
No sé cuantas veces me hizo gozar mi Dueño…pero fueron tantas, que Le supliqué clemencia porque creí morir…
No sé cuantas veces besó Su fusta mi cuerpo…pero las marcas aún perduran, recordándome qué soy y a quien pertenezco…
No sé en cuantas zonas de mi cuerpo derramó mi Amo su esencia...solo sé que me dormí envuelta en ella y que aún descansa sobre mi piel…
Dulce {Adriano}
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