Es obvio que todos los que pertenecemos al mundo de las relaciones D/s, entendemos la sumisión como un acto de amor, de completa entrega, de confianza ciega en nuestro Amo.
Y en “nuestro mundo”, las sumisas somos un bien preciado para nuestros Dueños, que nos educan y nos disciplinan, pero también nos miman y nos protegen como al mayor tesoro.
¿Pero…como se ve la sumisión fuera del mundo BDSM…?
Pues bien…He podido comprobar en carne propia, que la idea de la sumisión que existe en el “mundo vainilla”, está totalmente alejada de la realidad. Y es que, de sobras es conocido hasta para nosotros, que el BDSM está asociado erróneamente al maltrato y la degradación, sobre todo de la mujer.
La incomodidad se puede palpar en el ambiente y en las caras, cuando me arrodillo a los pies de mi Amo en presencia de personas vainilla.
Y es aun peor cuando me preguntan que por qué lo hago.
Mi respuesta es siempre la misma: “Porque a mi Señor Le place…y porque a mí me hace mojar el suelo en el que me postro…”.
Las reacciones también son siempre las mismas: me miran como preguntándose de qué manicomio he salido…
Incluso ha habido algún “alma caritativa” que ha querido sacarme del “mal camino”.
He tenido que oír comentarios como: “Con lo que tú eres… ¿Cómo puedes dejar que te sometan?”, o…” ¿Cómo te puede gustar que te maltraten…?”.
Sin palabras…
Pero lo que más me supera, es la imagen que se tiene de la sumisa fuera del mundo BDSMero.
Como ya he dicho en alguna ocasión, frecuento un chat donde tienen cabida todo tipo de roles y he podido comprobar, que la misma persona que charlaba educadamente conmigo 30 segundos antes de que descubriera que soy sumisa, ahora me está lanzando comentarios soeces, e incluso, me llega a acosar…
Para el mundo vainilla, la sumisa es una mujer fácil que se deja hacer de todo y con todos…
En dos palabras: una puta…Cuando la realidad es radicalmente opuesta: no existe una mujer más fiel que la mujer sumisa…
No diré que toda, pero sí mucha culpa de ello, la tiene el cine y la televisión, que no refleja en absoluto la esencia de nuestro sentir, y que muestra el BDSM como algo totalmente frívolo, superficial y exclusivamente sexual.
En nuestra mano está el poder cambiar los conceptos equivocados que existen sobre nuestro maravilloso y apasionante mundo.
Porque aunque seamos minoría, poco a poco lo iremos consiguiendo…
Dulce {Adriano}
Encomiable esfuerzo de situar la dignidad de las sumisas donde les corresponde. Te felicito, Dulce; la cuestión no se podía exponer con mas claridad y economía de medios. Es un mensaje en una botella al pairo de las corrientes virtuales. Puede que abra los ojos de algún "naúfrago" o puede que no, pero en cualquier caso y, como bien dices, poco a poco lo iremos consiguiendo.
ResponderEliminarAdriano, un amo orgulloso de su esclava
Muchas gracias mi Señor.
ResponderEliminarEsperemos y confiemos en que así sea...
Y seguiré esforzándome para que ese orgullo nunca decaiga...
Dulce{Adriano}
Que palabras mas bellas Dulce{Adriano}, es un gusto leer el blog.
ResponderEliminarLiz